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contexto del Nuevo Billete de $50 - Islas Malvinas. Un amor soberano

Las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son parte integrante de la República Argentina, ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

La disputa de soberanía tiene su punto de partida el 3 de enero de 1833, cuando el Reino Unido ocupó ilegalmente las islas, quebrantando en consecuencia la integridad territorial argentina, y desalojó a las autoridades argentinas impidiendo su regreso así como la radicación de argentinos provenientes del continente. Desde entonces, la Argentina ha denunciado permanentemente la usurpación del Reino Unido y, como dispone su Constitución Nacional, ratificado su soberanía y afirmado que su recuperación conforme el derecho internacional constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

La Cuestión Malvinas es una política de estado de la democracia argentina sostenida por todos los gobiernos y todos los sectores políticos, como fuera expresado en la Declaración de Ushuaia, que ratifica la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, suscripta por todas las fuerzas políticas de las Comisiones de Relaciones Exteriores de las Cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Nación el 25 de febrero de 2012.

La Cuestión de las Islas Malvinas ha sido calificada por las Naciones Unidas como un caso especial y particular de descolonización que involucra una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, la que debe ser solucionada mediante negociaciones entre ambas partes. En el mismo sentido se ha pronunciado la Organización de los Estados Americanos.

A partir de 2003, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, el apoyo internacional a la posición argentina se ha multiplicado y crecido en intensidad. La Argentina cuenta con el firme respaldo de los países de América Latina y el Caribe y de los 54 países de África a sus legítimos derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como con el respaldo de países de otras regiones a la reanudación de las negociaciones entre las dos partes a fin de alcanzar una solución pacífica y definitiva a la disputa.

El Gobierno argentino se propone recuperar las islas de manera pacífica, de conformidad con los principios del Derecho Internacional y teniendo en cuenta los intereses de sus habitantes. Sin embargo, a pesar de la permanente voluntad de diálogo del Gobierno argentino, el Reino Unido ignora el llamado de la comunidad internacional a reanudar las negociaciones de soberanía y agrava la situación mediante la realización de actividades unilaterales, las que incluyen la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables, así como la realización de ejercicios militares.